Urbanizar los barrios populares para avanzar en soluciones estructurales “al problema de la pobreza”
Hoy comenzó a funcionar en el Concejo de Rosario la Comisión Aceleradora para la Urbanización de los Barrios Populares: una herramienta concreta para cambiar el enfoque de las políticas “contra la pobreza”.
Los porcentajes de “la pobreza” suben, se reducen un poco en algunos períodos, pero la gente vive siempre en las mismas condiciones materiales de exclusión. Hoy en el Concejo emepezó a funcionar la Comisión Aceleradora para la Urbanización de los Barrios Populares. Una herramienta concreta para cambiar ese enfoque.
Durante principios del siglo XXI los gobiernos progresistas de la región lograron distribuir un poco mejor el ingreso, “ponerle plata en el bolsillo a la gente” y “sacar a miles de la pobreza”. Pero la mayoría siguió viviendo en los mismos barrios. Sin luz, sin agua. Sin nada. Al no territorializarse, al no hacerse físicos y estructurales, los procesos de inclusión social quedaron a medias y fueron fácilmente revertidos por los cambios de ciclo político. Y el incremento de la violencia urbana vino a complicar todo aún más.
Las ciudades, muchas veces por falta de recursos y otras por falta de iniciativa, quedaron como meras espectadoras de las políticas pendulares nacionales, viendo como en sus territorios se consolidaba la desigualdad y los famosos “bolsones de pobreza”. Hasta 2017 las llamadas villas de emergencia o asentamientos irregulares no figuraban en los mapas oficiales. Eran grandes lotes en blanco. No se sabía ni cuántos había ni cuánta gente vivía ahí. Ni siquiera los censos entraban a los barrios: difícil tener política para algo que “no existe”.
Ese mismo año los movimiento populares recorrimos casa por casa, rancho por rancho, todo el país para mapear y censar a los 4.416 barrios populares, donde se vive en el siglo XXI pero en condiciones del siglo XIX. Nació así la ley 27.543, la más revolucionaria e innovadora del continente. Esa generación de política pública desde abajo nos permite hoy contar con las herramientas jurídicas, económicas y de gestión para avanzar en soluciones estructurales para “el problema de la pobreza” en Argentina: urbanizar los barrios para empoderar a las y los ciudadanos.
Porque el neoliberalismo destruyó mucho de los lazos sociales que nos mantenían unidos y seguros como parte de una comunidad, el desafío es re tejer todo ese entramado social. Unir una sola fibra no alcanza. Y la urbanización de los barrios populares puede ser esa aguja que reconstruya de forma integral donde más duele.
Urbanizar no es poner más pavimento. Urbanizar los barrios populares es al mismo tiempo, y en el mismo lugar, descargar una batería de políticas integrales, concurrentes y multidimensionales que generen cambios físicos y sociales con la participación protagónica del territorio. Urbanizar es llevar agua y llevar internet. Es hacer entrar el colectivo y hacer entrar a la universidad. Es que llegue una ambulancia y que llegue un recital. Que haya trabajo y que haya esparcimiento. Es que el lugar donde naciste no determine, inexorablemente, todo tu futuro.
Estos procesos de integración socio urbana tienen distintas referencias internacionales, como el programa Favela Barrio en Brasil o el Urbanismo Social de Medellín, que muestran que es posible y que invitan a la ciudades a ser protagonistas en la lucha contra la pobreza. Por eso, porque existe la Ley Nacional de Barrios Populares, porque hay recursos disponibles y porque es un imperativo ético actuar ya, creamos nuevas herramientas para que Rosario se ponga a la vanguardia no solo urbanizando más barrios, sino haciéndolo desde esta perspectiva. Para eso convertimos a la Comisión de Planeamiento del Concejo en una aceleradora de la urbanización de barrios populares. Un espacio resolutivo para monitorear, coordinar y facilitar las acciones de los actores involucrados, haciendo un mejor uso de la energía pública desplegada.
Las áreas ejecutivas de los gobiernos, las empresas de servicios públicos, la universidad y las organizaciones sociales nos encontraremos todos los meses en el recinto de sesiones para trabajar juntos y hacer cumplir la ley hasta urbanizar los 112 barrios populares de Rosario. Tenemos muchas leyes y muchos derechos consagrados, lo que faltan son poderes que los hagan operativos y reales en la vida de la gente. Acá va nuestro pequeño aporte, convencidos de que solo tendremos un Estado más justo si logramos hacerlo menos burocrático y más eficiente.
Me interesa trabajar en esta temática . Hay mucho por hacer en barrios vulnerables. Pertenezco a una cooperativa de trabajo de obreros de la construcción
Shiley Gurruchaga
17 abril, 2022 en 19:13
Me interesa trabajar en esta temática . Hay mucho por hacer en barrios vulnerables. Pertenezco a una cooperativa de trabajo de obreros de la construcción