Muchas veces los discursos políticos hablan de defender a los más débiles, de empezar por los últimos para llegar a todos… pero después en la gestión de gobierno, en la práctica, ese ímpetu de los discursos se diluye. La falta de representación de los más postergados los vuelve invisibles en el día a día de la agenda de cualquier gestión. Eso, a partir de la última sesión del Concejo, parecería empezar a cambiar en Rosario.
El miércoles se aprobó en el recinto la propuesta de Ciudad Futura para que la Comisión de Planeamiento funcione como una aceleradora de los procesos de urbanización de barrios populares. Un cambio de prioridades que hará que se dedique, de forma exclusiva, el 25% del tiempo a la planificación urbana de Rosario con los sectores populares como protagonistas. Quienes pasarán de no aparecer en los mapas oficiales, a ocupar un lugar preponderante en la agenda de trabajo de la comisión que tiene mayor poder de transformación en la ciudad.
A partir de esta resolución aprobada en la última sesión, la Comisión de Planeamiento coordinará con los distintos niveles del estado, empresas prestatarias de servicios públicos, la Universidad Nacional de Rosario y los movimientos sociales para trabajar en el avance de las urbanizaciones en marcha, asumiendo un rol mucho más ejecutivo para aportar a un Estado más eficiente y justo.
“En un país con el 50% de sus habitantes bajo la línea de pobreza y en una ciudad con los niveles de violencia como la nuestra, la urbanización de los 112 barrios populares tenía que ser una prioridad absoluta”, afirmó Monteverde en el recinto al celebrar la aprobación de la propuesta.
