Recuperadores urbanos a la ordenanza de Basura Cero

La ordenanza de Basura Cero fue sancionada en el año 2008. Y lo que estipula como metas ha sido incumplido año tras año. Al respecto, Pitu Salinas (autor de la iniciativa que busca incluir las y los recuperadores urbanos) afirma que: “La ordenanza sancionada planteaba que además de reducir el volumen de desechos enterrados, para el 2020 la ciudad no debía enterrar más residuos que puedan ser recuperados. Y la realidad es que hoy enterramos más que en el 2008, y una importante cantidad de eso es material perfectamente reciclable”.

Ahí es donde pretende hacer eje la propuesta legislativa: que el municipio reconozca (como ya sucede en otras ciudades del país) el trabajo cotidiano de las y los recuperadores, quienes día día recuperan materiales reciclables de eso que otros descartaron como desechos, lo que constituye un importante aporte ambiental en la disminución de los residuos sólidos urbanos que son enterrados.

“Si desde el Estado, en lugar de verlos desde una mirada marginal, potenciamos el trabajo que realiza este importantísimo sector de la economía popular, no sólo nos vamos a acercar al cumplimiento de la ordenanza, sino que además vamos a generar una política con la potencialidad de generar trabajo genuino”

La iniciativa, que fue discutida con organizaciones ambientalistas y de recuperadores urbanos, plantea incluir un nuevo capítulo en la Ordenanza de Basura Cero en el cual se incluya esta nueva figura a través de un registro permanente de recuperadoras y recuperadores, para que su labor cotidiana quede además habilitada de forma oficial.

También se pide el efectivo cumplimiento de una ordenanza del 2004 para que se concrete la construcción de Centros de Recuperación de Residuos, legislación que aún no fue llevada a la práctica. Por último, se propone la creación por parte de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público de un “Plan de Recolección de Residuos Sólidos Urbanos en Barrios Populares” para el mejoramiento de los servicios de higiene urbana en los asentamientos irregulares, lo que tenderá a la disminución progresiva del entierro de esos materiales en estas áreas de la ciudad.