Declaró Carolina Leones, viuda de Eduardo Trasante, en el segundo día del juicio por el crimen del ex concejal y pastor

El testimonio de la viuda de Trasante tuvo centralidad en el segundo día del juicio oral y público que se está desarrollando por el asesinato del ex concejal, que tiene a cuatro personas como responsables del crimen, quienes enfrentan el pedido de pena de prisión perpetua.

Leones no sólo respondió preguntas ligadas a la dinámica de lo currido en su domicilio aquél mediodía del 14 de julio de 2020, que desembocó en el asesinato de Trasante, sino que además reconstruyó el trabajo social que el ex pastor llevó adelante a lo largo de los años y cómo se transformó su vida y la de su familia después del crimen.

“No mataron a Eduardo Trasante solamente ese día, nos mataron a todos”, aseguró emocionada Leones cuando tuvo que responder las primeras preguntas sobre lo ocurrido en su domicilio. Y continuó con una reconstrucción de lo que le tocó vivir inmediatamente después del crimen de su marido: “Al otro día me citaron a declarar. Yo todavía estaba aturdida, golpeada, pero creo que ahí terminé de darme cuenta de lo que había visto, de lo que había vivido. Decidí ingresar al Programa de Protección a Testigos para que mi familia tenga un mínimo de seguridad. Pero a partir de ahí me tuve que ir de mi ciudad, tuve que dejar atrás todo lo que había construido con él, y no me refiero únicamente a lo material”.

Sobre el tiempo compartido con Trasante, y ante la requisitoria de una de las partes, Leones aseguró que: “Eduardo no era un referente de su barrio solamente, era un referente de la ciudad. Su trabajo pastoral y su acompañamiento a víctimas lo llevó a conocer a muchísima gente que se apoyaba en él. De hecho, la primera vez que lo vi (por la tele) fue a partir de lo que le sucedió a uno de sus hijos en el Triple Crimen de villa Moreno. Luego tuve la oportunidad de conocerlo personalmente y compartir su trabajo pastoral, además de formar una familia”.

Al cierre de su testimonio, la viuda de Trasante hizo referencia a los sistemáticos y recurrentes planteos que interponen los abogados defensores: “Escucho hablar de restricciones, de limitaciones… Sepan que mis hijos nunca más van a poder vivir en Rosario, y que nunca más van a poder ver a su padre. Todavía es difícil de aceptar. Y seguimos sintiendo mucho miedo”, sentenció Leones.